Este blog es un homenaje al maestro detenido desaparecido por el terrorismo de estado el 1º de junio de 1976, al salir de la Escuela 1 D.E. 9º, "República de Cuba".
Busca reconstruir su memoria, borrada de la escuela durante casi cuatro décadas a partir de su secuestro.
Reseña la investigación realizada en 2015 por los alumnos de 7º y 6º grados.
El proyecto fue coordinado por las docentes: Alejandra Montero (7º), Mariana González (6ºA), Gabriela Dujaut (6ºB) y Silvia Guiard (Maestra bibliotecaria) junto con las licenciadas Alba Pereyra Lanzilloto y Georgina Andino, de "Sitios de la Memoria" (Ex Centro Clandestino de Detencion Orletti).
Todo comenzó en marzo, cuando la agrupación "Memoria Palermo", integrante de BARRIOS X MEMORIA Y JUSTICIA acercó a la escuela el dato de la desaparición de Cortés y la propuesta de fabricar y colocar una baldosa en su homenaje.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Segunda entrevista: Stella Maris Miró (7/7/15)

  Stella Maris Miró se enteró de nuestro proyecto de homenaje a Carlos Cortés a partir del anuncio en facebook del programa Sintonía EDUCAR.
  Fue una gran emoción para ella saber que estábamos reconstruyendo la memoria de Carlos, de quien fue amiga y compañera de trabajo en nuestra escuela en el año 1975, como maestra de 4º grado. Carlos era entonces Auxiliar de Dirección.
  Nos visitó el 7 de julio y compartimos un encuentro conmovedor, en el que también nos acompañaron la Supervisora de Bibliotecas, Ana Símula, la coordinadora de INTEC para Bibliotecas, Cristina Severo, y Alba Pereyra. 
  Stella evocó a Carlos con gran cariño. Recordó los almuerzos compartidos con algunos maestros y Carlos quien, a pesar de que trabajaba en la dirección, prefería salir a comer con los maestros más jóvenes. Comían en algún "bodegón" cercano, un plato barato, porque en 1975 la situación económica era muy difícil (algo que preocupaba a Carlos, recordó). Evocó también las salidas de  4º y 5º grados juntos a Palermo, que incluían un asado para todos. El organizador y asador: Carlos Cortés. 
  Nos contó que él cuidaba mucho a los chicos, que le importaba mucho que los maestros los trataran bien y les dejaran expresarse.
  Como Ana, destacó lo buen compañero que era Carlos, aunque aclaró que en la escuela se daba mucho con algunos maestros pero era muy reservado con otros. Algunos docentes lo irritaban por la manera que tenían de tratar a los chicos. Aunque era amable y muy cortés con todo el mundo, era tajante para decir lo que pensaba. Era serio, pero tenía mucho humor. Le gustaban la poesía y el cine (películas que hicieran reír con inteligencia, como La armada Brancaleone). Nunca lo vio jugar al ajedrez, pero sí a la pelota y a las cartas. Hablaba, como buen misionero, pronunciando la "elle" y usando el "usted" como un tratamiento cariñoso.
  Stella nos hizo reír y por momentos entristecernos. Recordó el dolor del secuestro y otros momentos angustiantes vividos como maestra en la dictadura: el autoritarismo y el miedo que reinaban en las escuelas. Pero sobre todo la gran pena por la desaparición de Carlos.
  Nos regaló el libro Andresito, de Pablo Camogli, que cuenta la historia de Andrés Guaicurarí, un héroe de Misiones.
  Aquí, imágenes de esa tarde:  






¡Muchas gracias, Stella, por ese emotivo encuentro!

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