Primero, un juego con un ovillo de hilo:
Sentados en rueda, cada uno tenía que pensar rimas que comenzaran con "Cortés, Cortés..."·, levantar la mano para pedir el ovillo y arrojárselo a otro compañero o compañera diciendo esa rima en voz alta. Al compás de: "Cortés, Cortés nada como un pez", "Cortés, Cortés juega al ajedrez", "Cortés, Cortés, elegante es","Cortés, Cortés habla bien inglés" -sin que faltara: "Cortés, Cortés, ¿por qué no aparecés?"- se fue tejiendo una trama multicolor en el centro del patio.
Algunas imágenes de ese momento, que tanto disfrutamos:
Después reflexionamos sobre el significado de esa trama. Entre todos, vimos que podía representar la memoria de Cortés, la manera en que íbamos a reconstruir su historia uniendo fragmentos, recuerdos, voces, datos para ir formando la imagen de su vida y de su persona. Entendimos que la memoria se construye entre muchos, pieza por pieza como un rompecabezas; que una pieza sola (un hilo solo) no podía contar la historia completa. Y también que podían quedar piezas sueltas, preguntas sin responder.
Por último, escuchamos un cuento.
En el aula, Georgina leyó un cuento para niños que narraba la historia de un desaparecido.
La propuesta era comenzar a pensar cómo íbamos a transmitir a otros, más adelante, el resultado de lo investigado
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